Gustavo Álvarez Gardeazábal

Gustavo Álvarez Gardeazábal

Colombia

Luego de graduarse de bachiller en el Colegio de los Salesianos de Tuluá continuó sus estudios en la Universidad Pontificia Bolivariana, donde estudió Ingeniería Química hasta que se vio obligado a retirarse tras haber escrito su libro “Piedra Pintada,” el cual criticaba fuertemente al rector. Ingresó a la Universidad del Valle en Cali de donde se graduó con un título en letras en 1970.

Sus primeros cuentos fueron publicados en La Estafeta Literaria de Madrid y La Revista Mundo Nuevo de París. En 1971 publicó su libro Cóndores no entierran todos los días tras ganar el Premio Monacor, el cual le brindó gran reconocimiento literario. Seguidamente, recibió el premio Cuidad de Salamanca en 1973 y publicó varias novelas, entre las que figuran La Boba y el Buda (1972), Dabeiba (1973), El bazar de los idiotas (1974), El Divino (1986), El último gamonal (1987), Los sordos ya no hablan (1991) y Las cicatrices de Don Antonio (1997). Muchas de estas novelas han sido traducidas a distintos lenguajes; entre ellos, inglés, alemán, italiano, serbio-croáta, rumano y otros doce idiomas. Además de su vocación por la literatura, Gustavo Álvarez Gardeazábal también ha dedicado gran parte de su vida a la docencia. Es así como dictó clases en la Universidad de Nariño en Pasto, después en Cali en la Universidad del Valle y en la Universidad de San Buenaventura, con tal éxito que muchas veces era necesario conseguir auditorios para acomodar a los numerosos asistentes.

En 1980 renunció a la docencia en forma de protesta frente a algunas reformas del gobierno, las cuales, desde su punto de vista, limitaban la libertad de expresión de los profesores universitarios. Gustavo Álvarez Gardeazábal incursionó en la política al ser elegido Concejal de Cali y de Tuluá. Eventualmente llegó a la alcaldía de Tuluá en 1988, su ciudad natal, y fue reelegido en 1992.